Lo que no sabías de los fuegos artificiales

Se cree que la pólvora fue descubierta accidentalmente por un alquimista chino que mezcló azufre y nitrato de potasio sobre una fogata. El nombre chino de la pólvora es «huo yao» (fuego químico).

En los espectáculos públicos, se utilizan computadoras para controlar el lanzamiento de los fuegos artificiales y sincronizar las explosiones aéreas con la música.

¿Alguna vez te has preguntado por qué al explotar en lo cielos, primero puedes ver los colores y luego escuchar la explosión? Parece curioso hasta que te detienes un segundo a pensarlo, pues es en realidad muy sencillo. La luz tiene una velocidad mucho mayor que la del sonido, por ende, cuando se lanzan fuegos artificiales y explotan, primero puedes ver los brillantes colores resultantes y más tarde el sonido, ya que la luz tarda menos en llegar a tus ojos que el sonido en llegar a tus oídos.

Se llama pirotecnia a los dispositivos que están preparados para que ocurran reacciones pirotécnicas en su interior. Las reacciones pirotécnicas ocurren por combustión explosiva de materiales, que pueden generar llamas, chispas, humos, luces. Las reacciones pirotécnicas pueden estar iniciadas por elementos eléctricos, y luego encender dispositivos pirotécnicos que permiten programar la ocurrencia de otras reacciones pirotécnicas u otros con fuegos por el cual se prende una mecha.

Los dispositivos pirotécnicos que tienen efectos visuales, sonoros y fumígenos con una finalidad lúdica y de espectáculo son conocidos como «fuegos artificiales» o «juegos pirotécnicos» y se emplean en exhibiciones, festejos, festividades, celebraciones, cumpleaños, conmemoraciones, entre otras actividades.

Existe infinidad de productos que crean resultados distintos. Coloquialmente están muy extendidos los términos petardo y cohete, que abarcan casi todas las variedades de explosión y aparato pirotécnico existente, pero la nomenclatura puede ampliarse tanto como la diversidad de efectos:

Buscapiés o carretillas.

Bombas pirotécnicas o carcasas.

Tracas o culebras, papeletas, barrenos, masclets…

Luces de Bengala, ruedas de fuego…

Palmeras, voladores…

Palomas y palomitas, brujas…

Los primeros cohetes que fueron pirotecnia, estaban construidos en madera, tallados a mano, artesanales, con la dimensión imaginaria de un dragón, esto ya es en el Siglo VI. Por esta misma época, comenzaron a propulsar sus flechas en las avanzadas de batalla con este polvo negro. Fue el principio de movimiento de estos cohetes a propulsión lo que dio origen a la pirotecnia. A partir de distintas expediciones que llegaron a la China, se expandió el conocimiento de este polvo negro combustivo. Así partió del lejano Oriente y llegó al Medio Oriente y se hizo conocida.

La escuela italiana de pirotecnia profundizó el estudio de los fuegos artificiales ya elaborados, y la escuela alemana produjo importantes avances al respecto, en una línea más apoyada en lo científico. Ambas escuelas agregaron perceptibles adelantos en la pirotecnia y es a mediados del siglo XVII que la pirotecnia estalla en Europa en fuegos artificiales de un esplendor sin precedentes. La pirotecnia desfiló con todas sus luces, por todos los cielos de Europa en cada festejo y en cada celebración, destellando tanto en parques populares como en los jardines privados más fastuosos, incluyendo claro, las haciendas reales.

La pirotecnia para interiores o también conocida como pirotecnia fría es la que se utiliza cuando las personas se encuentran muy cerca del escenario o en lugares cerrados. Son fuegos artificiales fabricados con químicos que al hacer combustión producen efectos luminosos y vistosos sin generar el molesto humo con olor a azufre, además de ser sumamente seguros porque no queman.